Cinco robos con intimidación acaecidos durante el último mes en comercios de Torreblanca han originado una alarma social en la barriada. Sin embargo, desde la Subdelegación del Gobierno en Sevilla han asegurado a este periódico que, como tal, «no existe una oleada ni un repunte de robos». En este sentido, han manifestado que, estadísticamente, lo que sí ha habido es un descenso de las infracciones penales en la zona, que han tenido una disminución del 8,6 por ciento entre diciembre de 2015 y diciembre del pasado año.
Pese a todo, entre los vecinos de Torreblanca ha llegado a cundir el pánico, tal y como asegura José Baena, presidente de la asociación de vecinos de la barriada. Sobre todo, entre aquellas personas que se encontraban presentes durante alguno de estos atracos a comercios. Como el perpetrado al bar de la calle Torresandino. Según relata el líder vecinal, el robo se produjo por un individuo que portaba una pistola a plena luz del día, resultando heridos uno de los camareros y un cliente que increpó al asaltante.
Otro de los atracos tuvo lugar en la farmacia de la calle Pero Mingo el 5 de enero, durante la celebración de la cabalgata de Reyes Magos. En este caso, un joven de unos 30 años entraba en el establecimiento con un cuchillo en la mano exigiendo el dinero de las cajas registradoras, de las que se llevó alrededor de 500 euros.
Ante esto, tanto el subdelegado del Gobierno, Ricardo Gil-Toresano, como el delegado de Seguridad en el Ayutnamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, han mantenido diversas reuniones con representantes de las asociaciones vecinales para informarles, por un lado, de la apertura de una línea de investigación para esclarecer los hechos y, por otro, de un incremento de la presencia policial por las calles del barrio para poner coto a los robos.
En esta línea, desde la Subdelegación afirman que se han reforzado las dotaciones de Policía Nacional y Local, realizándose controles selectivos dentro de la barriada y en las inmediaciones «en horario de mañana y tarde», identificando a personas y vehículos.
Con estas últimas intervenciones de los agentes en el barrio, Baena señala que existe una mayor tranquilidad. «Ahora salimos a la calle y vemos coches y motos patrullando continuamente. Era necesario, porque llegamos a temer salir de casa pasadas las cinco de la tarde», apunta.
Por su parte, el comisario provincial de la Policía Nacional, José Antonio de la Rosa, expuso a los vecinos que la Policía está investigando los hechos y que esperan tener resultados en un plazo razonable de tiempo. Por último, Gil-Toresano ha insistido en la idea de que sólo se trata de «hechos puntuales».
ABC de Sevilla